Ella era una chica normal, por la que nadie daba un duro y que decían que moriría sola.
El era un luchador desde pequeño, pero seguía solo.
Hasta que un día sus caminos se unieron, eran muy distintos, pero daba igual estaban juntos.
La gente hablaba, opinaba, pero les daba igual. Se casaron, los dos sin estudios, sin trabajo, pero nada importaba estaban juntos al fin y al cabo. Hasta que el encontró un trabajo. Tuvieron su primera y única hija.
La niña con los ojos mas bonitos del mundo, decían ellos. Pero yo no estoy de acuerdo.
Eran humildes, y tenían mil defectos, solían pelearse, pero esa niña les unía y en el fondo nada había cambiado, su amor mutuo no había cambiado. Criaron a su única hija y lo hicieron como mejor pudieron.
Ella era la madre mas inocente y protectora que se podría tener.
Y el era el padre mas luchador y fuerte que se podría desear.
Hicieron un futuro de la nada, sin que nadie les apoyara, salieron adelante con mis dificultades y las que les quedan. No, no podrán dejarle a su hija una gran casa, ni mucho dinero en el banco.
Pero si el orgullo de tener unos padres como ellos y unos principios que nadie puede comprar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario